Habitualmente, la manga gástrica se realiza por vía laparoscópica a través de cinco pequeñas incisiones y sin necesidad de abrir al paciente.
Durante la intervención, el cirujano general corta y sutura el estómago para estrecharlo verticalmente y reducir entre un 60% y un 80% su capacidad, convirtiéndolo en un tubo gástrico delgado. De ese modo, el paciente se saciará más rápido y comerá menos, en algunos casos, hasta un 90% menos. Se trata de un procedimiento permanente y no se puede revertir. Como en todas las intervenciones de cirugía bariátrica existen riesgos y complicaciones asociadas: hemorragias, infecciones, embolia pulmonar o fallos de sutura, lo que ocurre en un 3-5% de los casos. Es una intervención compleja por las características de los pacientes obesos, ya que su tamaño dificulta la movilidad y habitualmente son pacientes de riesgo. Por eso es importante que se realice por profesionales cualificados, con una larga experiencia, y en instalaciones adaptadas y preparadas para este tipo de cirugía. Elegir un centro de primer rango garantizará el éxito de la intervención y minimizará los posibles riesgos asociados. La clave de la cirugía bariátrica es la cooperación del paciente. Si sigue las instrucciones y recomendaciones del especialista el resultado será un éxito. |
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